Se trata de un gran edificio barroco del siglo XVIII de planta cuadrada de unos 400 m2 y cubierto por una gran cúpula con la correspondiente linterna que alcanza los 43 metros de altura.
- Fue proyectado por el abad Francisco Dorda y construido por el maestro de casas del Aleixar, Tomás Monguillot, durante el abadiato de Baltasar Sayol. En sucesivas etapas se completó el conjunto con una espléndida decoración, hoy desaparecida. Quedan, colgados en los muros, dos marcos dorados, artísticamente trabajados, correspondientes a dos antiguos cuadros de grandes dimensiones de los cuatro que decoraban la sacristía, además de las imágenes de las fornículas, también desaparecidas.
- Durante la restauración de 1983-85 se descubrieron los vestigios de las pinturas de la cúpula, una réplica de las que Ciro Ferri y Sebastiano Corbellini (s. XVII) pintaron en la cúpula de la iglesia romana de Sant’Agnese in Agone en la Piazza Navona.
- Son notables también las dos espléndidas tallas de san Benito y san Bernardo, destinadas inicialmente a sus respectivas capillas del ábside de la iglesia, que han encontrado su nuevo emplazamiento en dos de las ocho hornacinas vacías de la sacristía. Cabe mencionar igualmente la noble talla de madera de la Virgen con el Niño (s. XVII).